Bisturí de rayos gamma (Gamma Knife)
• Para qué se usa este equipo
• Cómo funciona este equipo
• Quién maneja este equipo
• Cómo se garantiza la seguridad
Para qué se usa este equipo
El bisturí de rayos gamma y el programa computarizado asociado de planificación de tratamiento les permite a los médicos localizar e irradiar zonas relativamente pequeñas de la cabeza (principalmente dentro del cerebro) con gran precisión. De esta forma se puede administrar dosis intensivas de radiación en la(s) zona(s) a tratar con poco efecto en los tejidos circundantes. El bisturí de rayos gamma se puede usar para muchos tipos de problemas, por ejemplo, para tratar ciertos tumores malignos que aparecen en el cerebro o llegan a este órgano (tumores cerebrales primarios o metastásicos), tumores cerebrales benignos (meningiomas, adenomas de la pituitaria, neuromas acústicas), defectos de los vasos sanguíneos (malformaciones arteriovenosas) y problemas funcionales (neuralgia del trigémino). Se están estudiando posibles usos futuros para la epilepsia y el mal de Parkinson. El bisturí de rayos gamma por lo general no es útil en zonas que miden más de tres o cuatro centímetros.
Cómo funciona este equipo
El bisturí de rayos gamma utiliza una técnica llamada radiocirugía estereotáctica que emplea múltiples haces de radiación que convergen en tres dimensiones para enfocarse de forma precisa en un volumen pequeño, como un tumor; esto permite administrar dosis intensivas de radiación a ese volumen sin peligro. Los modelos actuales del bisturí de rayos gamma utilizan tecnología avanzada de robótica para mover al paciente en incrementos submilimétricos durante el tratamiento con el fin de focalizar la radiación en forma exitosa en todas las zonas a tratar. Los tratamientos con bisturí de rayos gamma se dan en una sola sesión.
Bajo anestesia local, se acopla a la cabeza del paciente, con cuatro tornillos, un rígido marco de cabeza especial que tiene incorporado un sistema de coordenadas tridimensionales. Luego se obtienen estudios por imágenes tal como examen de resonancia magnética nuclear (RMN), tomografía computada (TC), o angiografía y los resultados se envían al sistema computarizado de planificación del bisturí de rayos gamma. Juntos, los médico (Oncologos Radioterapicos y neurocirujanos) y radiofísicos médicos delinean las zonas a tratar y las estructuras anatómicas normales y usan la computadora de planificación para determinar la relación exacta entre éstas y el marco de cabeza, y calculan los parámetros para el tratamiento con bisturí de rayos gamma. Las zonas objetivo a menudo se tratan mejor durante la sesión de tratamiento con una combinación de varias tomas sucesivas, conocidas comúnmente como "disparos." Los médicos y físicos rutinariamente consideran varios ajustes finos de los parámetros de tratamiento hasta determinar el plan y la dosis óptimos.
Con las coordenadas tridimensionales determinadas en el proceso de planificación, el marco luego se acopla de forma muy precisa a la unidad del bisturí de rayos gamma para garantizar que cuando se active la unidad, la zona objetivo quede justo al centro de los aproximadamente 200 haces convergentes de radiación gama dirigidos con precisión (generados por cobalto 60). El tratamiento puede tomar entre varios minutos y algunas horas para finalizarse, según la forma y tamaño del objetivo, el número de "disparos" y la dosis requerida. El paciente no siente la radiación. El marco se quita de la cabeza después de terminar el tratamiento y es posible que el paciente pueda retomar sus actividades normales.
Quién maneja este equipo
La mayor seguridad para el paciente se logra con el abordaje de un equipo multidisciplinario. El equipo lo dirige un oncólogo radioterapico , acompañado por un radiofísico médico y un neurocirujano (ya que este es un procedimiento de Oncologia Radioterapica), quienes han recibido capacitación especializada en el uso del bisturí de rayos gamma; cuentan con el apoyo de personal de enfermería, anestesiólogos (para pacientes que no pueden cooperar, como los niños) y radioterapeutas, que trabajan juntos para darles a los pacientes el cuidado de alta calidad que merecen.
Cómo se garantiza la seguridad
Debido a que la exactitud de los haces es fundamental para la localización de la radiación (con una precisión de una fracción de milímetro), todo lo que afecte la precisión es inaceptable. Un acoplamiento rígido del marco de la cabeza, la exactitud geográfica de la zona a tratar de los estudios por imágenes, la forma de volumen del tejido que se va a tratar (selección de la cantidad, tamaño e intensidad relativa de los disparos) y la precisión del acoplamiento del marco a la unidad del bisturí de rayos gamma, son todos críticos. Al igual que con toda radioterapia, la selección y el cálculo correcto de la cantidad de radiación a entregar son esenciales. Un oncólogo radioterapico quien es un médico calificado, planifica tratamiento, basado en imágenes den tercera dimensión, y fusionándolas en el software de la simulación. El funcionamiento mecánico de la máquina se prueba de forma regular para garantizar la seguridad de los pacientes y del personal médico.
Tomado de: radiologyinfo.org
Neurosurgery. 2011 May 5. [Epub ahead of print]
Long-term Outcomes after Gamma Knife Stereotactic Radiosurgery for Non-Functional Pituitary Adenomas.
Park KJ, Kano H, Parry PV, Niranjan A, Flickinger JC, Lunsford LD, Kondziolka D.
Source
Departments of 1Neurological Surgery and Center for Image-Guided Neurosurgery University of Pittsburg, School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania; Department of Neurosurgery, College of Medicine, Korea University, Seoul, Korea; Departments of 1Neurological Surgery and Center for Image-Guided Neurosurgery University of Pittsburg, School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania; Departments of 1Neurological Surgery and Center for Image-Guided Neurosurgery University of Pittsburg, School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania; Departments of 1Neurological Surgery and Center for Image-Guided Neurosurgery University of Pittsburg, School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania; Departments of Radiation Oncology and Center for Image-Guided Neurosurgery University of Pittsburg, School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania; Departments of 1Neurological Surgery and Center for Image-Guided Neurosurgery University of Pittsburg, School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania; Departments of 1Neurological Surgery and Center for Image-Guided Neurosurgery University of Pittsburg, School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania.
Abstract
BACKGROUND:
Non-functional pituitary adenomas (NFPAs) represent approximately 50% of all pituitary tumors.
OBJECTIVE:
To evaluate the long-term outcomes of stereotactic radiosurgery for NFPAs.
METHODS:
Over an interval of 22 years, the authors evaluated the management outcomes of gamma knife radiosurgery in 125 patients with NFPAs. The median patient age was 54 years (range, 16-88). 110 patients (88%) had residual or recurrent tumors after one or more surgical procedures, and 17 (14%) had undergone prior fractionated radiation therapy. The median target volume was 3.5 cm (range, 0.4-28.1), and the median tumor margin dose was 13.0 Gy (range, 10-25).
RESULTS:
The tumor volume decreased in 66 patients (53%), remained stable in 46 (37%), and increased in 13 (10.4%) during a median of 62 months (maximum, 19 years) of imaging follow-up. The actuarial tumor control rates at 1, 5 and 10 years were 99, 94 and 76%, respectively. Factors associated with a reduced progression-free survival included larger tumor volume (≥4.5cm) and two or more prior recurrences. Of 88 patients with residual pituitary function, 21 (24%) suffered new hormonal deficits at a median of 24 months (range, 3-114). Prior radiation therapy increased the risk of developing new pituitary hormonal deficits. One patient (0.8%) had a decline in visual function and two (1.6%) developed new cranial neuropathies without tumor progression.
CONCLUSION:
Stereotactic radiosurgery can provide effective management for patients with newly diagnosed NFPAs as well as those after prior resection and/or radiation therapy.
Computed tomography-guided gamma knife stereotactic radiosurgery for trigeminal neuralgia.
Source
Departments of Neurological Surgery, University of Pittsburgh, Center for Image-Guided Neurosurgery, Suite B-400, UPMC Presbyterian, 200 Lothrop Street, Pittsburgh, PA, 15213, USA.
Abstract
BACKGROUND:
Gamma knife stereotactic radiosurgery (GKSR) is an effective minimally invasive option for the treatment of medically refractory trigeminal neuralgia (TN). Optimal targeting of the retrogasserian trigeminal nerve target requires thin-slice, high-definition stereotactic magnetic resonance imaging (MRI). The purpose of this study was to evaluate management outcomes in TN patients ineligible for MRI and who instead underwent GKSR using computed tomography (CT).
METHODS:
The authors reviewed their experience with CT-guided GKSR in 21 patients (median age: 75 years) with idiopathic TN. Contraindications to MRI included implanted pacemakers (n = 16), aneurysm clips (n = 2), cochlea implants (n = 1), metallic vascular stents (n = 1) or severe obesity (weight of 163 kg, n = 1). Contrast-enhanced CT at 1- or 1.25-mm intervals was acquired in all patients. One patient also underwent CT cisternography. The median target dose for GKSR was 80 Gy. The median follow-up was 35 months after GKSR. Treatment outcomes were compared to 459 patients who underwent MRI-guided GKSR for TN at our institute in the same time interval.
RESULTS:
Targeting of the trigeminal nerve guided by CT scan was feasible in all patients. Stereotactic frame titanium pin-related artifacts that interfered with full visualization of the trigeminal nerve were found in one patient who had the ipsilateral posterior pin placed near the inion. After GKSR, 90% of patients achieved initial pain relief that was adequate or better, with or without medication (Barrow Neurological Institute pain scores I-IIIb). Median time to pain relief was 2.6 weeks. Pain relief was maintained in 81% at 1 year, 66% at 2 years, and 46% at 5 years. Eight (42%) of 19 patients who achieved initial pain relief reported some recurrent pain at a median of 18 months after GKSR. Some degree of facial sensory dysfunction occurred in 19% of patients within 24 months of GKSR. These results are comparable to those of patients who had MRI-guided GKSR.
CONCLUSIONS:
CT-guided GKSR provides a similar rate of pain relief as MRI-guided radiosurgery. The posterior pins should be placed at least 1 cm away from the inion to reduce pin and frame-related artifacts on the targeting CT scan. This study indicates that GKSR using CT targeting is appropriate for patients with medically refractory TN who are unsuitable for MRI.
- PMID:
- 21538196
- [PubMed - as supplied by publisher]